Hace días pedí por Facebook que me recomendaran películas, entre las que me recomendaron estaba esta. Ya la conocía pues soy gran fan de los filmes de Studio Ghibli y esta era la última que me faltaba por ver. Así que lo hice. Lo hice y les juro que no me arrepiento.
Tierna, entretenida y desgarradora son tres buenas palabras para describir a La Tumba de las Luciérnagas. Comienza con un flasforward la cual no relataré por cuestiones de obviar spoiler. Cuando la película avanza no le encuentras mayor sentido a la escena y te olvidas de ella completamente atrapado en la trama pero al final encuentras la congruencia y el que no hayas prestado la mayor atención cuando pudiste es un golpe que te deja sin aire un buen tiempo.
Luego, regresa al presente. Aclaro que al presente de la Segunda Guerra Mundial. Y están los dos hermanos, Seita y Setsuko con su madre en su hogar. Empieza el bombardeo aéreo y la madre va primero al refugio. Ellos no, pero se salvan. Después de ir a una escuela que servía como albergue para los desposeídos Seita descubre que su madre muere. La ve casi incinerada, llena de vendas e irreconocible. Ella tenía una enfermedad al corazón así que desconozco si su muerte se produjo gracias a un infarto o a las graves quemaduras. De todas formas, es duro ver su cadáver lleno de gusanos y tirado a una pila de otros muertos. Seita tiene que mentirle a Setsuko durante un tiempo, y eso hace que quiera abrazarla muy fuerte. Porque al ver la película, sólo tú y el hermano mayor sabe que son huérfanos de madre, de sustento, de amor incondicional.
Como ven, ya desde el principio el corazón se te hace chiquitito. Imagínense entonces el final….
Los niños, después de eso, van a la casa de una tía lejana. Al principio es todo amores la mujer esa pero luego como pasa siempre, la señora muestra sus verdaderos colores. No lo maltrata directamente pero sí los hace sentir incómodos. Cosa que los hace desistir de vivir ahí y al final se van de la casa a encontrar otro hogar.
Cuando encuentran un lugar donde quedarse las cosas parecen fáciles. Tienen que comer, van a la playa, juegan, se divierten. Son felices. Seita hace lo imposible para que su hermana esté feliz y bien cuidada.
Yo no entendía mucho el nombre de la película, pero lo hice después. Una noche meten un montón de luciérnagas a su toldo y pasan la noche con ellas. Es un espectáculo precioso. Los insectos mueren a la mañana siguiente y Setsuko, haciendo una tumba para ellas pregunta «¿Por qué las luciérnagas mueren tan pronto?»
Oh, Setsuko. Es la inocencia personificada. Una niña hermosísima con un corazón de oro y una voz pequeñita. Recuerdo a mi propia hermana menor y sé que haría lo mismo que Seita hizo por ella. Robó comida cuando empezaba a menguar, la protegía, la llevó al doctor cuando estuvo enferma.
¿Pero quién iba a saber que Setsuko era también una luciérnaga?
Y recuerdan el flashforward del que les hablé? al final se conecta en tu mente con las escenas finales y hace que la llaga se abra más. Eso me arrancó el corazón de cuajo. Lágrimas brotaban de mis ojos y sentía una presión horrible en el pecho. Hay un antes y después al ver esa película. Si quieren enternecerse y llorar como una magdalena, háganlo. El mensaje es poderoso. La guerra es una estupidez. NO RESUELVE NADA. Sólo quedan cicatrices en el colectivo que no sanan hasta generaciones después. No es sólo la película que es buena, también es lo que deja. Por favor, véanla.
Calificación: 5/5